Informe de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades) y la Corporación de Bienes de Capital (CBC) indica que actualmente hay en desarrollo 34 nuevos proyectos en diferentes etapas y características, 11 de los cuales tienen relación con la minería y otros 11 con el hidrogeno y/o amoníaco verde.
Recientemente la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades) y la Corporación de Bienes de Capital (CBC) dieron a conocer el catastro actualizado de proyectos de desalación y reúso de aguas en el país. El informe señala que, hoy en día, a nivel nacional operan 24 plantas desaladoras de agua de mar de tamaño industrial, con una capacidad superior de producción de agua por más de 20 litros por segundo (l/s) que, en total, suman una capacidad instalada de 10.500 l/s.
Entre ellas destacan la planta de mayor tamaño de América, operada por minera Escondida BHP en Puerto Coloso (Antofagasta), con capacidad de 3.858 l/s; la planta desaladora de Econssa operada por Aguas Nuevas en Caldera; y la planta de Aguas CAP que abastece operaciones mineras, consumo humano y riego agrícola.
El catastro destacó que se registran 34 nuevos proyectos en etapas de ingeniería o construcción relacionados con el reúso de aguas servidas tratadas, la extracción y transporte de agua salina y la desalación de agua de mar, entre otros. En conjunto, estos proyectos suman una inversión total acumulada de US$ 19.054 millones, y la utilización y/o transporte de 38.864 l/s.
De estos 34 proyectos, 11 están relacionados con la minería, otros 11 con la generación de hidrógeno o amoníaco verde, ocho con fines multipropósitos y 4 con el consumo humano. Uno de ellos es multipropósito.
De la mano de Escondida, con foco en Antofagasta
La mayor parte de los proyectos catastrados se concentran en la Región de Antofagasta (12, con inversiones por US$8.996 millones y capacidad de 21.303 l/s), principalmente por las iniciativas ligadas a la minería, pero además por usos para hidrógeno verde.
Rafael Palacios, director ejecutivo de Acades, comentó que los resultados del catastro suponen como diagnóstico que se trata de un sector dinámico. “En un país que crece al 1% no son muchos los sectores que están realizando proyectos y, al mismo tiempo, mostrando de parte de inversionistas extranjeros y locales, interés por seguir desarrollando este tipo de infraestructura”, puntualizó
Hacia el futuro, Palacios sostuvo que hay dos tendencias que ya se están viendo a nivel mundial, y que debieran tener su correlato en Chile: “Por un lado, los proyectos existentes deberían agrandarse. Y, por otro, también podemos ver que los proyectos son cada vez mayores”. Sobre el mayor tamaño de los proyectos, aseveró que ello apunta a economías de escala que permiten reducir el costo del litro de agua.
Escondida BHP fue la primera empresa en la minería chilena en poner en marcha una planta desalinizadora de 525 l/s en 2006. En 2017 inauguró una segunda planta, con una capacidad de 2.500 l/s, y ese mismo año dio por finalizada la extracción de agua desde el Salar de Punta Negra. A fines de 2019 completó un proyecto de extensión que aumentó su capacidad de producción de agua desalinizada a más de 3.800 l/s.
De acuerdo con análisis del Consejo Minero, la minería ha sido pionera y es líder en Chile en materia de desalinización en Chile: el uso de agua de mar, desalinizada o no, corresponde al 25% del agua que consume la gran minería, y dentro de la próxima década se proyecta que este represente casi un 50%.
Según estos mismos datos, la gran minería consume sólo un 3% del agua continental del país, y más del 70% del agua que se consume en la minería es recirculada; es decir, del total de agua utilizada por la minería, solo un 30% es agua nueva.