Proyectos de desalación en Chile: Catastro apunta a la permisología como el principal obstáculo

Específicamente en el caso de plantas desaladoras, la tramitación de permisos ambientales y sectoriales puede demorar hasta ocho años, dificultando la expansión de una industria clave para el desarrollo de la minería y el hidrógeno verde.

El reciente catastro de proyectos de desalación y reúso de agua, elaborado por la Corporación de Bienes de Capital (CBC) y la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades), identificó 34 nuevas iniciativas en distintas etapas de desarrollo en Chile. De ellas, el 66% corresponde a iniciativas vinculadas con la minería o hidrógeno verde.
Aunque estas en total representan una inversión de US$ 19.054 millones y buscan incrementar la capacidad hídrica en el país a 38.864 litros por segundo (l/s), el avance de diversos proyectos enfrenta serios retrasos debido a la complejidad de los procesos de tramitación de permisos.

En nota publicada por La Tercera, el director ejecutivo de Acades, Rafael Palacios, admitió que los montos de inversión “no son grandes cifras”, y afirmó que “tampoco es despreciable, sobre todo considerando que el agua finalmente es habilitante para otras industrias. Añadió que “gran parte de la cartera minera de inversión está apalancada en que estos proyectos se lleven a cabo”.

Sin embargo, un obstáculo importante para la industria de desalación en Chile son los largos tiempos de tramitación de permisos, tanto ambientales como sectoriales. Según Palacios, “la mayor parte de los proyectos de este catastro ya deben tener al menos presentada la solicitud de concesión marítima”, trámite que puede demorar hasta ocho años. 

Respecto de las iniciativas legales para acelerar estos procesos, afirmó que “hasta el momento, según la situación actual, más bien obstaculizan y demoran las autorizaciones no ambientales”.

El director ejecutivo agregó que “se necesita una legislación o una iniciativa que pueda fortalecer la certeza jurídica de estas inversiones y ojalá acelerarlas”, y cuestionó la idea de tramitar autorizaciones sectoriales en paralelo en lugar de secuencialmente. 

“Aun cuando tú puedas hacerlas en paralelo, el inversionista que es más adverso al riesgo va a optar de todas formas por hacerlo secuencial”, ejemplificó, señalando que la falta de una concesión marítima impide avances significativos en otras áreas del proyecto.