Minería en la Amazonía ecuatoriana creció casi un 300 % del 2015 al 2021

  • La actividad minera, tanto legal como ilegal, cubría más de 7495 hectáreas en la Amazonía de Ecuador en 2021, la fecha más reciente analizada en el estudio del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) y la Fundación Ecociencia.
  • Las provincias más afectadas son Zamora Chinchipe, Napo y Sucumbíos. Al menos 46.7 % de la minería detectada en la Amazonía ecuatoriana se ubica en territorios indígenas.

La Amazonía ecuatoriana, que cubre más del 51 % del territorio del país, está siendo amenazada por la minería tanto legal como ilegal. Un estudio publicado por el proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) y la Fundación Ecociencia, con datos actualizados hasta 2021, da cuenta de que en esa región la actividad minera cubre una superficie de 7495 hectáreas, área superior al territorio de la isla de Bermudas.

La situación es preocupante. En 2015, la actividad minera ocupaba 1879 hectáreas, pero para el año 2021 se expandió en 5616 hectáreas más; es decir, hubo un crecimiento de casi el 300 % en ese periodo.

Zamora Chinchipe es la provincia con la mayor superficie dedicada a la minería: 5034 hectáreas, lo que representa el 67 % de toda la actividad presente en la Amazonía de Ecuador. Otras provincias afectadas son Napo, con 1125 hectáreas; Morona Santiago, con 646 y Sucumbíos, con 610.

Presencia de minería en Amazonía ecuatoriana en color rojo y amarillo. El límite de la Amazonía se ve en verde. Datos: MapBiomas Amazonía, 2022. Crédito: Ecociencia y MAAP.

Los territorios indígenas, que representan el 57 % de la Amazonía de Ecuador, también están siendo afectados por la minería; ahí esta actividad ocupaba 3500 hectáreas en el año 2021.

Seis son los territorios indígenas más afectados, entre ellos destacan los del pueblo indígena shuar.

Estos son algunos de los hallazgos del último reporte de MAAP y la Fundación Ecociencia realizado con imágenes satelitales y datos hasta 2021 de la plataforma de monitoreo satelital Mapbiomas Amazonía, manejada por las organizaciones que integran la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).

Presencia de la minería en territorios indígenas amazónicos de Ecuador. Crédito: MapBiomas Amazonía 2022, Ecociencia y MAAP.
Presencia de la minería en territorios indígenas amazónicos de Ecuador. Gráfica: MapBiomas Amazonía 2022, Ecociencia y MAAP.

Las organizaciones que lideraron el estudio son el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) —un programa de monitoreo satelital de la deforestación y minería ilegal encabezado por la ONG Amazon Conservation— y la Fundación Ecociencia, enfocada en investigación y la protección ambiental en Ecuador.

La ecóloga María Olga Borja, de Ecociencia, explica que esta investigación, por primera vez, permite tener una comprensión de la “dimensión o magnitud del problema de la minería en la Amazonía ecuatoriana”, así como entender los cambios en esta dinámica en el tiempo.

Maquinaria amarilla encontrada por los militares y la Policía en el marco del operativo Manatí 3 en Punino. Crédito: Fuerzas Armadas.

Minería que se expande en forma vertiginosa

La expansión minera en la Amazonía ecuatoriana ha tenido consecuencias en el medio ambiente. El estudio señala que la “minería ya es una importante causa directa de deforestación”. En el último año de la medición, 2021, la pérdida de cobertura forestal se incrementó un 46 % respecto a 2015, generando la pérdida de bosque de 889 hectáreas, “un valor no alcanzado en ningún periodo anterior”, se asegura en la investigación.

Jorge Villa, especialista en sistemas de información geográfica y sensores remotos de la Fundación Ecociencia, señala que la minería ha causado “deforestación, contaminación de ríos y afectaciones a comunidades indígenas”.

La investigación resalta que Napo fue la provincia con mayor crecimiento en términos de áreas dedicadas a la minería. Si en 2015 tenía 270 hectáreas dedicadas a esta actividad, para 2021 se sumaron 855, por lo que llegó a las 1125 hectáreas, lo que significa que el territorio ocupado para esta actividad aumentó 316 %.

Borja señala que las autoridades deberían prestar atención a focos locales de minería legal e ilegal como Punino y Yutzupino, en Napo.

En la gama de colores rojo, naranja, amarillo y verde claro se observa los porcentajes de presencia de minería en los territorios de la Amazonía ecuatoriana. Crédito: Ecociencia, Mapbiomas Amazonía 2022, MAAP.
En la gama de colores rojo, naranja y amarillo se observa los porcentajes de presencia de minería en los territorios de la Amazonía ecuatoriana. Mapa: Ecociencia, Mapbiomas Amazonía 2022, MAAP.

En Sucumbíos, en la frontera norte con Colombia, la minería aumentó 750 % en los años estudiados y la superficie total ya alcanzó las 610 hectáreas, después de tener 71 en 2015. La investigadora Borja señala que la minería en Sucumbíos está muy cerca de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo, un área protegida e indígena en el país. Además, en esta provincia la velocidad de expansión minera es superior al de cualquier otra zona de la Amazonía ecuatoriana.

“Hay al menos tres focos donde está creciendo la minería de modos diferenciados. En Zamora Chinchipe se ha alcanzado la mayor superficie de minería. Ahí están las minas de cielo abierto de mayor tamaño. Desde 2015 hay un repunte en la minería nunca antes visto y se ha visto afectado el Parque Nacional Podocarpus”, denuncia Borja. En Zamora Chinchipe la minería pasó de cubrir 1261 hectáreas en 2015 a 5034 en 2021.

La investigadora explica que en Zamora Chinchipe hay una biodiversidad significativa, que incluye zonas como elevaciones rocosas conocidas como tepuyes y que, al estar aislados, tienen altos grados de endemismo, pero que “están comenzando a ser invadidos por la minería”.

Los hallazgos de la investigación se obtuvieron gracias al análisis de imágenes satelitales y de los datos de la herramienta de monitoreo satelital Mapbiomas Amazonía, lanzada a principios de 2023 por la RAISG, de la que Ecociencia forma parte.

Borja resalta la importancia de utilizar la innovación tecnológica en la metodología del estudio. “Usamos imágenes satelitales junto con metodologías de procesamientos de datos en la nube, así como algoritmos avanzados para transformar este gran acervo de información. Por primera vez, gracias a estos avances hemos podido reconstruir cómo se ha ido transformando el territorio”.

Avance de minería en TI Tundayme y Área Del Proyecto De Desarrollo C entre mayo 2016 (panel izquierdo) y agosto 2023 (panel derecho). Datos: Planet.Crédito: EcoCiencia y MAAP.
Avance de minería en TI Tundayme y Área Del Proyecto De Desarrollo C entre mayo 2016 (panel izquierdo) y agosto 2023 (panel derecho). Imágenes de la plataforma Planet. Análisis realizado por EcoCiencia y MAAP.

Minería en territorios indígenas

El reporte de las organizaciones ambientales también evidencia que los territorios indígenas amazónicos de Ecuador están siendo afectados por la minería. Al menos el 0.05 % de su área ya está ocupada por la actividad.

Katy Machoa, exdirigenta de la mujer de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), considera que en zonas como Yutzupino, en Napo, la minería se instala porque no hay oportunidades laborales, ni de acceso a la educación. “En ese contexto, ingresan los que tienen las maquinarias y la gente lo permite por su falta de oportunidades”.

Del total de la superficie minera en la Amazonía ecuatoriana, al menos 46.7 %, es decir, casi la mitad, se encuentra dentro de las comunidades indígenas. En estos territorios, señala Borja, “la minería está creciendo a un ritmo alarmante”: si en 2015 había 1000 hectáreas con esta actividad, para el 2021 la extensión era de 3500, lo que significa un aumento del 325 %. Esta dinámica es muy preocupante, resalta la investigadora, ya que “los territorios indígenas son un bastión de defensa de los recursos naturales de la Amazonía y de la cultura de estos pueblos”.

En seis territorios se concentra el 61 % de la actividad minera dentro de zonas indígenas, todos pertenecen al pueblo shuar en el sureste de la Amazonía ecuatoriana. En Tundayme y el “Área Del Proyecto De Desarrollo C” se presenta la mayor presencia minera, con 1042 hectáreas, debido a que ahí se encuentra el proyecto para minería de cobre llamado Cóndor Mirador, de la empresa Ecuacorriente S.A.

La lideresa indígena Machoa señala que la comunidad indígena ha rechazado el proyecto en Tundayme porque consideran que no han sido consultados ni escuchados. En la Amazonía ecuatoriana, asegura, hay presencia de empresas mineras canadienses y chinas que han afectado a las comunidades y su naturaleza.

Figura 4. Avance de minería en comunidad Churuwia (TI Pueblo Shuar Arutam – PSHA) entre agosto 2016 (panel izquierdo) y agosto 2023 (panel derecho). Datos: Planet. Crédito: EcoCiencia y MAAP.
Avance de minería en comunidad Churuwia (TI Pueblo Shuar Arutam – PSHA) entre agosto 2016 (panel izquierdo) y agosto 2023 (panel derecho). Imágenes: Planet. Mapa: EcoCiencia y MAAP.

El investigador Villa señala que “en los territorios de los pueblos shuar, las comunidades han dicho que para la actividad minera no ha existido un proceso de consulta previa, libre e informada, por lo que para estos pueblos son ilegales, pese a que haya concesiones estatales”.

El tercer territorio indígena con mayor presencia minera es la Reserva Suar Kenkium, con 432 hectáreas “operadas por la empresa de la comunidad Kenkiu, Exploken Minera S.A., es la primera industria extractiva de oro que pertenece a grupos shuar”.

Luego está la comunidad shuar Shaime, donde la minería ocupa 380 hectáreas al borde del Bosque Protector Cuenca Alta del Río Nangaritza.

De acuerdo con la investigación, la minería también ha aumentado en los territorios Wampiashu o Mariposa, Arutam-PSHA, Pacchus, Churuwia-PSHA y Callamasa.

En la comunidad de Yutzupino se pueden observar los efectos de la minería, la cual ha destruido y contaminado gravemente los ríos Jatunyacu y Yutzupino. 11 de febrero del 2022. Foto: Iván Castaneira.
En la comunidad de Yutzupino se pueden observar los efectos de la minería, la cual ha destruido y contaminado gravemente los ríos Jatunyacu y Yutzupino. Foto: Iván Castaneira.

El estudio resalta que un siguiente tema a investigar será determinar “en qué medida las incursiones mineras en territorios indígenas son legales o ilegales”. Borja explica que buscarán resolver esta pregunta en estudios futuros: “En el momento no contamos con los datos y herramientas suficientes para poder discriminar cuándo se trata de minería legal o ilegal. Vamos a trabajar en ello”.

La investigadora señala que algunas concesiones mineras, pese a que cuentan con algunos permisos, no siempre cuentan con todas las licencias ambientales para hacer su explotación. “En un área de concesión también puede haber minería ilegal (si no cumplen la ley)”.

Machoa dice que más allá de que sea minería legal o ilegal, lo más importante es que las actividades consulten a los pueblos indígenas y que no sean de gran escala para evitar dañar el medio ambiente.

Fuente: Mongabay

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