Aguas Andinas enfrenta cambio climático con nuevos desafíos medioambientales

Biociudad es el conjunto de proyectos con los que Aguas Andinas enfrentará el cambio climático. Soluciones concretas que consideran un plan de inversiones por 1.000 millones de dólares y que buscan fortalecer su infraestructura mediante cinco pilares: búsqueda de nuevas fuentes de agua, resiliencia para la ciudad, mayor aprovechamiento de aguas subterráneas, la implementación de soluciones basadas en la naturaleza y uso responsable

 

 

Si existe un tema que preocupa globalmente al mundo, es el cambio climático. El solo hecho de imaginar el planeta sin agua, con temperaturas cada vez más altas en los veranos, tormentas potentes y la desaparición de especies, entre otros fatales escenarios, ha generado la urgencia de medidas transformadoras en todas las áreas de la sociedad.

Aunque los ciudadanos en su conjunto tienen la responsabilidad de contribuir al desarrollo sostenible, las empresas también desempeñan un papel capital en este objetivo. Ellas no solo ofrecen servicios o productos para mejorar la vida de las personas, sino que también influyen en el proceso en lo que ocurre en nuestro medioambiente.

Por eso, en el ámbito empresarial latinoamericano, la adopción de una estrategia de economía circular ha marcado un cambio significativo. Empresas que anteriormente seguían modelos lineales de producción y consumo están transformando sus operaciones para minimizar residuos y maximizar la reutilización de recursos. Esta transición no solo promueve la sostenibilidad ambiental, sino que también impulsa la innovación y la eficiencia económica, abriendo nuevas oportunidades de negocio y fortaleciendo la imagen de las empresas en un contexto global cada vez más consciente del medio ambiente.

En Chile, una de las empresas que trabaja hace más de una década en implementar proyectos y soluciones concretas para enfrentar los efectos del cambio climático, es Aguas Andinas. En todo este tiempo han logrado llegar a 100% del tratamiento de las aguas residuales, recuperando espacios públicos para la ciudadanía como la ribera del río Mapocho y el Zanjón de la Aguada; incluso este domingo 19 de noviembre se realizará la sexta versión de la corrida “Aguas Andinas Río Arriba”, por la ribera del río Mapocho, en el Día Mundial del Saneamiento. Un trabajo que permitió a Santiago formar parte del 28% de población mundial que vive en zonas libre de contaminación de aguas servidas (según datos aportados por el BID) y erradicar enfermedades infecciosas entéricas derivadas del consumo de verduras y hortalizas regadas con aguas servidas. A lo anterior se suma también la creación de biofactorías, donde se depuran las aguas de la ciudad y en las que incorporaron una estrategia de economía circular, generando nuevos recursos que antes eran considerados desechos.

Hoy la empresa tiene un nuevo desafío, que es una nueva estrategia para hacer frente a los efectos del cambio climático. Una estrategia llamada Biociudad, que involucra una serie de desafíos que aportan soluciones innovadoras y concretas, que integran los ecosistemas hídricos y las comunidades, logrando así proteger el equilibrio de la naturaleza y asegurar la resiliencia hídrica de las cuencas y los sistemas que abastecen a la Región Metropolitana. En síntesis, prepara a Santiago para los desafíos del cambio climático.

“Queremos ser líderes en materia de gestión medioambiental y un referente comprometido con el cuidado del planeta y la creación de valor social en la ciudad. Pero ese liderazgo no debe ser puertas adentro, debe contener un mensaje que logre penetrar en otras empresas, en otras industrias y cambiar la forma en que entendemos el quehacer empresarial en Chile. Con ese norte, es que presentamos Biociudad. Una iniciativa con la que buscamos focalizar nuestro esfuerzo frente al cambio climático y los desafíos medioambientales, marcando un antes y un después en nuestra gestión. Queremos dar respuesta a los desafíos actuales en materia de cambio climático y aportar en la construcción de una ciudad más preparada y resiliente frente a escenarios futuros cada vez más complejos”, destacó el presidente del directorio de Aguas Andinas, Felipe Larraín.

Con estas soluciones concretas Aguas Andinas busca consolidarse como un actor protagónico en la adaptación contra el cambio climático, desarrollando soluciones a través de un plan de inversión que supera los 1.000 millones de dólares y que integra los ecosistemas hídricos y las comunidades, ayudando a proteger el equilibrio de la naturaleza y la sostenibilidad de la cuenca.

Nuevos compromisos medioambientales

La idea de esta nueva batería de proyectos de la empresa Aguas Andinas busca focalizar la una línea de trabajo anticipado, proactivo y propositivo frente al cambio climático y los desafíos medioambientales. Todo esto sumará mayor certeza hídrica en un contexto de vulnerabilidad climática.

Entre los proyectos de Biociudad destacan obras de ingeniería como el retorno de aguas en el río Maipo, que permitirá dar un doble uso al agua, mediante un ducto que transportará hasta 3.000 l/s de agua depurada desde la Biofactoría Mapocho Trebal al río Maipo para uso agrícola; la captación y conducción alternativa del río Maipo, que busca conectar el embalse El Yeso con las principales plantas de producción de agua potable, que permitirá superar eventos de extrema turbiedad en los ríos, robusteciendo la autonomía de Santiago desde las actuales 37 horas, y una batería de pozos ubicados en distintos sectores de la Región Metropolitana que aumentan la producción de agua potable desde fuentes subterráneas, generando mayor independencia de las aguas superficiales.

El nuevo mix de proyectos también buscará mejorar el rendimiento hidráulico de los más de 13.000 kilómetros de red de distribución de agua potable.

En paralelo, Aguas Andinas se encuentra trabajando junto a la autoridad en impulsar una discusión amplia que considere el sistema tarifario, que permita que el despliegue de obras e infraestructura necesarias para enfrentar el cambio climático se cubran de forma gradual a partir de un cierto nivel de consumos, una vez las obras entren en operación. Así, se apunta a promover un uso responsable del recurso, diferenciando el precio del agua a partir de un cierto umbral de consumo que no afecte los usos básicos del recurso hídrico.

“Con esta nueva iniciativa buscamos pasar del problema a las soluciones concretas, con foco en diversos pilares para ofrecer proyectos posibles de activar en este momento y de cara a los retos que tenemos en el presente. A través de Biociudad, estamos trabajando de manera planificada y con visión de futuro para que el cambio climático no cambie la vida en la ciudad”, puntualizó el gerente general de la compañía, Daniel Tugues.

Fuente: El Pais 

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