Aranceles al cobre: impacto inmediato y amenazas a mediano plazo

La propuesta del expresidente Donald Trump de aplicar un arancel del 50% al cobre importado sacudió al mercado internacional. En conversación con Patricio Faúndez, Practice Leader de Economía en Gem Mining Consulting, en Reporte Minero y Energético por Radio Duna, La medida, aún no formalizada, tendría un efecto directo sobre Chile, principal proveedor del metal, y abre un escenario de incertidumbre económica y geopolítica.

Suben los precios, pero aumenta la tensión

El anuncio provocó un alza inmediata en el precio del cobre en la bolsa COMEX, pasando de 5 a 5,5 dólares por libra. La reacción del mercado fue clara: anticiparse a posibles restricciones. Chile, que representa el 70% del cobre que importa EE.UU., está en la primera línea del impacto.

De concretarse el arancel, uno de los principales afectados sería Codelco, que exporta más de 300 mil toneladas de cobre refinado al mercado estadounidense cada año. La medida podría traducirse en menores ingresos para la estatal chilena, afectando también al Estado.

Un efecto mixto a corto y mediano plazo

Según Patricio Faúndez, el impacto a corto plazo ha sido positivo por la mayor demanda anticipada. Sin embargo, a mediano plazo el aumento de costos podría reducir la demanda y presionar a la baja los precios globales del cobre.

La medida ignora un hecho clave: EE.UU. no cuenta con la infraestructura necesaria para suplir su demanda de cobre. La escasa capacidad de fundición y refinación, junto con proyectos mineros paralizados por décadas, hacen inviable una sustitución inmediata de proveedores.

Geopolítica sobre economía

Los fundamentos económicos no justifican del todo el arancel. Faúndez plantea que la medida podría responder a intereses políticos más que comerciales, en línea con otras decisiones de Trump, como las tensiones arancelarias con Brasil y México.

La propuesta pone en entredicho el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos, generando incertidumbre para otras industrias. Las consecuencias podrían trascender al cobre y alterar el equilibrio del comercio global en plena transición energética.

Ante este escenario, Chile evalúa reorientar exportaciones hacia India y el sudeste asiático, fortaleciendo su presencia en mercados emergentes. Aunque el contexto es desafiante, la demanda estructural por cobre sigue sólida, alimentada por la electrificación global y la digitalización.

Fuente: Reporte Minero