Con la votación en la Comisión de Economía, tanto el Gobierno como los senadores tienen una última oportunidad para resolver los puntos en discrepancia antes de que el proyecto llegue a la Sala del Senado para su discusión final.
Tras el receso de verano y en el marco del último año de mandato que le queda al Presidente Gabriel Boric, volvió a reactivarse el trabajo parlamentario con varias propuestas sobre la mesa. Uno de los proyectos más esperados por el Gobierno en materia de inversiones es la reforma a los permisos sectoriales que ya está dando pasos hacia su aprobación, y que tiene por objetivo simplificar y agilizar los trámites necesarios para poder concretar proyectos en el país y así fomentar el crecimiento económico. Esta semana la Comisión de Economía del Senado retomó su discusión, y los legisladores trabajan a contrarreloj para cerrar las diferencias que aún persisten. Si todo sigue según lo previsto, la reforma podría ser votada la próxima semana.
El presidente de la Comisión de Economía, senador Rojo Edwards, destacó que el objetivo es finalizar el proceso dentro de la comisión el martes 18 de este mes, para luego llevar la discusión a la Sala del Senado. Sin embargo, persisten puntos clave que requieren resolución. Entre los temas más debatidos están las declaraciones juradas, los plazos fatales, la invariabilidad regulatoria y la tramitación paralela. A pesar de que el Gobierno y los senadores llegaron a acuerdos en diciembre sobre algunos aspectos, las interpretaciones de ciertos aspectos siguen generando dudas, lo que podría retrasar el avance del proyecto.
Por su parte, el ministro de Economía, Nicolás Grau, expresó optimismo sobre la tramitación y subrayó que, más allá de las discrepancias, la reforma busca un sistema de permisos sectoriales más eficiente y adaptado a las necesidades del país. Como parte de la iniciativa, se incluirá una evaluación de los procedimientos cada tres años, permitiendo ajustes según los riesgos, costos y la efectividad de las normativas vigentes.
Puntos conflictivos
Uno de los elementos más controversiales en la discusión es la inclusión de las “técnicas habilitantes alternativas”, que permitirían reemplazar ciertos permisos por declaraciones juradas para proyectos de menor riesgo. Esta medida, que simplificaría los trámites, ha sido objeto de debate, ya que el texto actual limita su aplicación a casos muy específicos, lo que difiere de lo pactado en el acuerdo original.
Otro tema clave es la invariabilidad regulatoria, un principio central de la reforma que busca evitar que los proyectos se vean afectados por cambios en las normativas durante su tramitación. Sin embargo, las modificaciones introducidas en la comisión han flexibilizado este enfoque, lo que ha generado tensiones entre el Gobierno y los parlamentarios, quienes consideran que el texto final no refleja el acuerdo inicial.
Para impulsar mejor este tema, en paralelo el presidente Gabriel Boric se reunió recientemente con la nueva directiva de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) para abordar esta reforma y otros proyectos cruciales. Durante el encuentro, el mandatario resaltó la importancia de avanzar en la tramitación de estas iniciativas en 2025, al considerarlas esenciales para fortalecer la inversión y agilizar el desarrollo de nuevas obras productivas en el país.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, también relevó la urgencia de avanzar en medidas legislativas que permitan mejorar la competitividad en el contexto internacional, a lo que se sumó la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) que presentó su programa “Motores para impulsar el crecimiento sostenible de Chile”, el cual busca superar las actuales limitaciones del crecimiento económico, que ha caído a un 1,9% anual en la última década.
Próximos pasos: ¿estará lista la reforma para su aprobación?
Con la votación en la Comisión de Economía programada para la próxima semana, tanto el Gobierno como los senadores tienen una última oportunidad para resolver los puntos en discrepancia antes de que el proyecto llegue a la Sala del Senado para su discusión final. Si se aprueba en el Senado, la reforma pasará a la Cámara de Diputados para continuar su tramitación.
De ser aprobada, la reforma a los permisos sectoriales tiene el potencial de transformar la forma en que el país gestiona los permisos para proyectos de inversión, enfrentando el desafío de la “permisología” que actualmente es uno de los factores principales que está retrasando el desarrollo económico, según han coincidido varios expertos y actores de la industria. Sin embargo, la resolución de estos últimos detalles será fundamental para asegurar el éxito de este ambicioso cambio legislativo.