Chile vive una paradoja hídrica: mientras la escasez de agua se profundiza con el cambio climático, los proyectos que podrían solucionarla se demoran más de una década en concretarse. En entrevista con Reporte Minero y Energético, Alberto Kresse, presidente de ACADES, explicó que una de las herramientas más prometedoras son las desaladoras multipropósito, capaces de abastecer simultáneamente a comunidades, agricultura e industria.
“El modelo multipropósito permite optimizar economías de escala y viabilizar el acceso al agua desalada para sectores que hoy no podrían financiarlo por sí solos”, indicó Kresse. Este tipo de soluciones ya se está implementando en iniciativas como Aguas Pacífico, donde un gran comprador industrial garantiza la inversión y facilita la inclusión de otros usuarios a lo largo del trazado.
Transporte hídrico: un nuevo rol para el Estado
Una de las propuestas que toma fuerza en la asociación es avanzar hacia redes de transporte integradas de agua, inspiradas en el modelo del sistema eléctrico interconectado. “Separar la producción del transporte podría permitir que nuevos usuarios se conecten en el futuro sin tener que desarrollar sus propias infraestructuras desde cero”, explicó.
En ese contexto, el Estado podría jugar un rol clave habilitando carreteras hídricas desde las costas al interior, y fomentando asociaciones público-privadas que aceleren los permisos y aseguren un consumo mínimo que viabilice la inversión.
“Con un diseño adecuado, se podría reducir el costo unitario del agua desalada para comunidades rurales o pequeños productores mineros”, aseguró.
El enfoque multipropósito también aporta legitimidad social, al generar beneficios concretos para los territorios donde se instalan estas plantas. Para Kresse, “una planta que no solo sirve a una minera, sino también a escuelas, centros de salud o sistemas rurales, tiene más posibilidades de ser aceptada y tramitada con mayor eficiencia”.
Permisología como barrera crítica
Sin embargo, el cuello de botella sigue siendo la tramitación ambiental y sectorial, que en muchos casos retrasa proyectos clave más de 10 años. Kresse advirtió que si no se agilizan los permisos y se establece un marco normativo claro, Chile podría perder la oportunidad de asegurar seguridad hídrica para todos los sectores.
“La desalación debe dejar de ser una solución exclusiva de la gran minería y convertirse en una estrategia nacional”, concluyó el presidente de ACADES, llamando a integrar esta visión en los planes de desarrollo del país.
Fuente: Reporte Minero