El exconsejero del Consejo de Monumentos Nacionales y actual académico de la carrera de Arqueología, del Departamento de Antropología de la Universidad Alberto Hurtado, plantea que algunos criterios utilizados en los procesos de tramitación de los proyectos “deben ser actualizados”, mientras que el Reglamento de Arqueología del organismo impone nuevos cambios.
Si hay una persona que conoce a fondo la dinámica del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) es Luis Cornejo, ya que trabajó por muchos años en la institución. Arqueólogo de profesión y actual docente de la carrera de Arqueología de la Universidad Alberto Hurtado, en el Departamento de Antropología de la misma casa de estudios, el especialista también se desempeñó por más de 20 años como investigador en el Museo Chileno de Arte Precolombino. En esta entrevista analiza la situación actual del CMN, crecientemente más relevante y discutido en la ejecución de las reformas impulsadas por el Ejecutivo que buscan reducir los tiempos de tramitación ambiental y de obtención de permisos para concretar los proyectos de inversión.
Y es que, en líneas generales, el CMN es sindicado como una de las instituciones con facultades para detener por años la realización de proyectos de inversión. Así lo revela la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) que, en su estudio relativo a los permisos prioritarios para acelerar las inversiones, menciona al CMN como una de las tres instituciones que recibe la mayor cantidad de solicitudes de permisos prioritarios, junto con el Ministerio de Salud y la Dirección General de Aguas. De hecho, otorga cuatro de los 63 permisos prioritarios definidos por la CNEP.
En esta conversación, el experto resalta que la Sociedad Chilena de Arqueología ha construido una propuesta que busca agilizar los procesos de evaluación de los proyectos. “Las medidas que se están proponiendo disminuirán los tiempos de la tramitación de los permisos, así como el tiempo asociado a las medidas que las empresas deben implementar para dar cumplimiento a la ley”, comenta.
Cambio de reglamento, un aspecto a considerar
¿Qué explica, a su juicio, los problemas que presenta el CMN a la hora de evaluar el impacto en el patrimonio arqueológico presente en el área de proyectos de inversión? ¿Es el CMN el principal cuello de botella a la hora de aprobar estos proyectos?
Es evidente que una institución del Estado, como lo es el CMN -el cual debe tramitar 4 o 5 mil casos al año, muchos de alta complejidad y varias etapas-, debe ser evaluado. En sentido estricto, el CMN -al ser el lugar donde se procesan los permisos-, efectivamente se constituye en el nodo central del proceso, pero esto más bien se debe a un problema multifactorial.
Por un lado, esto se explica por la baja inversión que ha hecho el Estado en esta institución, así como algunos criterios utilizados en los procesos de tramitación los cuales deben ser actualizados. Las compañías, por su parte, podrían anticiparse en el desarrollo de sus trabajos que requieren evaluación ambiental.
¿De qué forma cree usted que se han visto afectadas las distintas industrias, especialmente el sector minero, por estas falencias? ¿De qué manera se podría abordar mejor los hallazgos arqueológicos no previstos y que obligan a una tramitación no planificada ante el CMN?
Por el tipo de obras que realiza, el sector minero es uno de los más afectados por este proceso. Dicho eso, la mejor forma de abordar los hallazgos arqueológicos no previstos y que obligan a una tramitación no planificada ante el CMN, sería contar con equipos permanentes de arqueólogos(as) que puedan adelantar los posibles efectos de las obras a desarrollar.
Esto se verá facilitado, además, por el cambio en el Reglamento de Arqueología del CMN, el cual ahora permite que personas jurídicas, que cuentan con equipos de arqueólogos(as), sean las que pidan los permisos de intervención necesarios en las primeras etapas de desarrollo de un determinado proyecto.
En un reportaje publicado se informó que miles de cajas con hallazgos arqueológicos que no se exhiben se acumulan en bodegas de museos. Desde el rubro de la construcción y el mismo Patrimonio Cultural creen que no todo lo que se rescata tendría valor histórico. ¿Qué opina al respecto?
El valor del patrimonio cultural, en este caso arqueológico, no es un valor necesariamente actual, sino que su protección debe considerar todas las posibilidades de futuro. Dicho esto, efectivamente hay cosas que hoy se están rescatando que podrían no ser rescatadas, sino que simplemente se podría registrar su existencia en un lugar dado y recogiendo un conjunto de información sobre ellas in situ.
Sociedad Chilena de Arqueología entra al debate
¿Qué medidas se podrían implementar para agilizar el funcionamiento del CMN?
Lo primero, es que resulta compleja la definición de un plazo de seis meses para la resolución de los permisos del CMN que hoy se discute en el Congreso, si ella no está acompañada de una mejora sustantiva de la Secretaría Técnica del CMN. Ante ello, el CMN, o más bien la misma Secretaría Técnica, requiere que el Estado la financie adecuadamente, ampliando sus plantas de profesionales y que se propenda hacia un mejoramiento de los sueldos entregados a estos expertos para que queden a un nivel competitivo a nivel de mercado, así como entregar recursos para la implementación de registros adecuados de la información existente.
A ello se suma las tareas de fiscalización que se deben hacer en terreno, considerando también los recursos y los tiempos, para que los profesionales de esta repartición se perfeccionen en los nuevos desarrollos de la metodología arqueológica. A su vez, en necesario cambiar algunos aspectos de la metodología de evaluación de informes y permisos, cambiando el foco, es decir, desde la cantidad de los hallazgos rescatados a la calidad de la información que se rescata.
En relación con lo anterior, la Sociedad Chilena de Arqueología ha construido una propuesta que busca agilizar los procesos de evaluación y permisos, junto con orientar en base a metodologías y desarrollos propios de la ciencia arqueológica, precisamente las intervenciones hacia la calidad de la información que se obtiene, en los casos en que sea imprescindible la afectación del patrimonio arqueológico.
Las medidas que se están proponiendo disminuirán los tiempos de la tramitación de los permisos, así como el tiempo asociado a las medidas que las empresas deben implementar para dar cumplimiento a la ley. Una lógica como ésta podría ayudar a paliar otro problema asociado, como es el de los depósitos para guardar los bienes rescatados. Si bien he participado activamente en estas medidas, corresponde a las autoridades de esta sociedad científica darlas a conocer en detalle.
¿De qué manera cree usted que se puede conciliar la protección del patrimonio arqueológico y el desarrollo en tiempo y forma de la cartera de inversiones para impulsar el crecimiento económico del país?
La manera a través de la cual se pueden conciliar estos dos factores debe estar centrada en la adecuada solución en torno a los elementos que mencione previamente, es decir, contar con un CMN debidamente financiado, y el perfeccionamiento de las metodologías que impulsa el organismo frente al proceso de evaluación ambiental de los proyectos, entre otros tópicos.
Sólo una evaluación correcta de todos estos factores ayudará realmente a superar el problema actual, logrando que los proyectos se desarrollen convenientemente, a la vez, que se garantiza la protección del patrimonio nacional.