Los mercados petroleros están ingresando a una nueva fase marcada por cambios estructurales y una creciente incertidumbre económica y geopolítica, según el informe Oil 2025 publicado por la Agencia Internacional de Energía (AIE). El estudio ofrece una proyección detallada hasta 2030, revelando una transición significativa en los factores que han impulsado el mercado global durante los últimos 15 años.
Entre las principales conclusiones, el informe destaca que China, que ha sido el motor del crecimiento de la demanda de petróleo durante más de una década, alcanzará su pico de consumo en 2027. Este punto de inflexión estará impulsado por el aumento acelerado de las ventas de vehículos eléctricos, así como por la expansión del transporte ferroviario de alta velocidad y el uso de camiones a gas natural.
A la vez, se proyecta que la oferta de petróleo en Estados Unidos crecerá a un ritmo más lento debido a un enfoque empresarial más disciplinado en materia de gasto. No obstante, Estados Unidos continuará liderando el crecimiento de la oferta entre los países fuera de la OPEP.
En cifras, se espera que la demanda global aumente en 2,5 millones de barriles diarios (mb/d) entre 2024 y 2030, alcanzando un total de 105,5 mb/d para finales de la década. Sin embargo, la capacidad de producción mundial crecería aún más, superando los 114,7 mb/d, impulsada especialmente por la expansión de los líquidos de gas natural (LGN) y otros líquidos no convencionales.
Canadá, Brasil, Guyana y Argentin se suman oferta
Aunque la alianza OPEP+ ha iniciado un proceso de reducción gradual de sus recortes de producción, el informe anticipa que la oferta adicional proveniente de países como Canadá, Brasil, Guyana y Argentina será suficiente para satisfacer la demanda proyectada, siempre y cuando no se produzcan interrupciones graves en el suministro.
El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, afirmó: “Durante la última década, el 90% del crecimiento de la oferta provino de Estados Unidos y el 60% del crecimiento de la demanda fue liderado por China. Esa era está cambiando. A pesar de que los fundamentos sugieren un mercado bien abastecido, los crecientes riesgos geopolíticos exigen no bajar la guardia en materia de seguridad energética”.
La aceleración de la movilidad eléctrica también está redefiniendo el panorama: en 2024 se vendieron 17 millones de autos eléctricos, y para 2025 se espera superar los 20 millones. Según la AIE, estos vehículos desplazarán 5,4 millones de barriles diarios de petróleo para 2030. A esto se suma la sustitución del petróleo por gas natural y energías renovables en regiones como Oriente Medio.
Por su parte, la industria petroquímica se encamina a convertirse en el principal motor de la demanda de petróleo a partir de 2026, con la proyección de que uno de cada seis barriles sea destinado a este sector para 2030. Esta transformación impactará directamente al sector de refinación, cuya capacidad excederá con creces la demanda de productos refinados en 2030, lo que provocará cierres de plantas a nivel global.
En un contexto de cambios profundos, la AIE subraya que no hay margen para la complacencia. La seguridad energética global dependerá cada vez más de la capacidad de anticipar y adaptarse a un mercado que, si bien estará abastecido, será cada vez más volátil y complejo.
Fuente: Reporte Minero