Lo plasmó en la edición impresa -del pasado mes- de Revista MINERÍA CHILENA, Boris Olguín, director general de Obras Públicas: “Frente a una triple crisis ambiental, la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) asumió un rol activo en implementar políticas públicas que promueven sostenibilidad, resiliencia y equidad territorial. Un ejemplo es la actualización del Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático en el Sector Infraestructura, aprobado a fines de 2024, que incluye la reutilización de residuos mineros —particularmente escorias y relaves— como materiales para construcción vial”.
Cabe destacar que cada año se generan más de 500 millones de toneladas de relaves mineros en Chile, lo que representa un desafío ambiental y de seguridad, pero también una oportunidad para avanzar hacia obras públicas más sostenibles.
En este contexto, la DGOP, a través de su Laboratorio de la Dirección de Vialidad, supervisa y mide el desempeño de materiales como mezclas innovadoras de escorias y relaves en proyectos pilotos, incluyendo los de Anglo American en Catemu y Colina, y Codelco Ventanas en Puchuncaví, donde se prueba la incorporación de escoria de cobre en carpetas asfálticas.
Estas iniciativas buscan validar la seguridad ambiental y estructural de estos materiales para promover un cambio regulatorio que permita reclasificarlos como subproductos reutilizables en infraestructura pública, incluyendo caminos, pistas y calles de rodaje de aeropuertos.
Visión compartida
Ahora bien, más allá de sus particularidades, las distintas experiencias recogidas en este reportaje comparten una mirada común: la urgencia de avanzar desde una lógica de disposición final hacia la valorización de residuos mineros como recursos útiles para la construcción.
Tanto Codelco, Anglo American como el Centro de Investigación en Minería Sustentable (CIMS) de JRI, coinciden en que escorias y relaves pueden convertirse en materiales que aportan a la reducción de la huella ambiental y a la economía circular.
Asimismo, destacan la necesidad de modernizar el marco normativo para facilitar su clasificación como subproductos, permitiendo que estas iniciativas escalen de forma segura y sostenible. En este desafío, el trabajo colaborativo entre empresas, centros tecnológicos y sector público es fundamental para consolidar soluciones tecnológicas e impulsar modelos de negocio que transformen la minería y la infraestructura pública en sectores más responsables y resilientes.
Codelco: experiencias prácticas y mediciones en terreno
En Codelco Ventanas han avanzado en la incorporación de residuos mineros en la construcción de infraestructura vial con un enfoque práctico y comprometido con la sostenibilidad.
Así lo deja entre ver, el gerente de Acción Climática, Pablo Contreras, quien afirma que “hemos incorporado escoria de cobre en la pavimentación de un andén de acceso para el transporte del personal en nuestra planta de Puchuncaví, con el objetivo de validar tanto su desempeño estructural como su seguridad ambiental”. Esta iniciativa, que cuenta con la asesoría técnica del Laboratorio Regional de Vialidad, permite evaluar en terreno cómo se comporta la carpeta asfáltica con un 20% de escoria de cobre.
“La experiencia nos entrega información valiosa para avanzar en la utilización de escorias y relaves en futuras obras viales, buscando reducir el impacto ambiental de la minería y fomentar una economía circular dentro de la industria”, enfatiza el ejecutivo. La medición continua del comportamiento del material permite anticipar posibles ajustes para optimizar la mezcla, asegurando que cumpla con los estándares técnicos y ambientales exigidos en infraestructura pública, declara a la vez.
“Esta iniciativa es un paso concreto hacia la transformación de residuos mineros en recursos útiles, con beneficios que trascienden el sector minero y aportan a la comunidad y al medio ambiente”, agrega el gerente de Acción Climática de la estatal.
Asimismo, Codelco resalta la importancia de la colaboración interdisciplinaria para el éxito de estas iniciativas. El vocero sostiene que “el trabajo conjunto con universidades, centros tecnológicos y el sector público es fundamental para avanzar en la innovación y validar soluciones que aseguren la calidad y sustentabilidad de los materiales”.
También destaca que el uso de escorias no sólo reduce la huella ambiental, sino que también contribuye a la seguridad y eficiencia en la gestión de residuos mineros, “transformando pasivos en recursos que benefician a la comunidad y el entorno”.
Continúe leyendo este reportaje AQUÍ.
Fuente: MCH