El robo de cables en Chile se ha convertido en un delito cada vez más sofisticado y con impacto nacional. Así lo expuso el Ministerio Público ante la Comisión Investigadora sobre Robo de Cables (CEI 72), señalando que en torno a este ilícito se articula una red criminal que va desde la sustracción violenta hasta la exportación internacional del cobre fundido en lingotes, principalmente hacia mercados de Asia y Europa.
Claudio Ramírez, jefe del sistema de análisis criminal y focos investigativos de la Fiscalía, detalló que este fenómeno se desarrolla bajo tres modalidades: robos violentos en faenas mineras, sustracciones en sistemas eléctricos y de telecomunicaciones en áreas urbanas y rurales, y ataques a plantas fotovoltaicas para obtener cableado de alto valor.
Actualmente, existen focos investigativos en ocho regiones del país, con 112 imputados investigados y 142 formalizaciones.
En paralelo, Carabineros también entregó cifras que reflejan el aumento sostenido del robo de cables. El general Jaime Velasco, director de Control de Drogas e Investigación Criminal, precisó que entre 2021 y 2025 los registros subieron de 172 a 461. Las regiones con mayor incidencia son O’Higgins, Biobío, Metropolitana, Valparaíso, Ñuble y La Araucanía.
El oficial añadió que el 91% de los detenidos son chilenos y un 99% adultos, la mayoría reincidentes dedicados exclusivamente a este delito. Aunque no se ha detectado uso de armas en robos de cableado, Velasco advirtió que en casos vinculados a robo de cátodos de cobre, como en Antofagasta, sí se han registrado bandas con armamento de guerra, explosivos y maquinaria para faenas ilegales de corte y transporte.
Fuente: Reporte Minero