El robo de conductores de cobre en la región de O’Higgins ha alcanzado niveles alarmantes durante 2025. Según cifras entregadas por Transelec, la empresa de transmisión eléctrica ha sufrido 46 delitos relacionados con el robo y corte de cables en lo que va del año, acumulando casi 28 toneladas sustraídas, equivalentes a unos 19.380 metros de cable. La comuna de Codegua concentra el mayor número de ataques, con 34 incidentes y 18 toneladas robadas.
Uno de los casos más recientes ocurrió el pasado lunes a las 23:30 horas, cuando un nuevo robo de cables provocó la pérdida de suministro eléctrico en las comunas de Mostazal y Graneros por más de 20 minutos. Las instalaciones más afectadas han sido las líneas 110 kV Sauzal-Codegua, 154 kV Punta Cortés-Alto Jahuel y 110 kV Codegua-Alto Jahuel.
David de Pablo, gerente zonal centro de Transelec, indicó a diario local, El Rancagüino, que estos delitos se han vuelto cada vez más sofisticados y peligrosos, afectando de forma directa a la población. “Hemos sufrido más de 40 incidentes en el último año, principalmente entre las 22:00 y las 3:00 de la madrugada, lo que ha generado cortes de suministro y disminución en la calidad del servicio. Necesitamos soluciones de país que integren a todos los actores”, enfatizó.
Llamado a la acción conjunta
Desde la compañía insisten en que es urgente retomar una estrategia coordinada entre el sector público y privado para hacer frente al problema. “Requerimos una solución público-privada. Es clave mantener las mesas de trabajo con todas las entidades involucradas: compañías eléctricas, SEC, seremis de Energía, fiscalías, PDI y Aduanas”, explicó De Pablo.
Además, recalcó que los esfuerzos deben centrarse en seguir la ruta del dinero. “Tenemos que perseguir al comprador del cobre robado, porque lo intentan sacar del país con facturas de procedencia falsa”, agregó.
Los efectos de estos robos no solo se traducen en pérdidas materiales para Transelec. Las interrupciones en el suministro pueden afectar a hospitales, colegios, industrias, semáforos y el transporte público. De Pablo advierte que, debido a la magnitud del sistema de transmisión, los tiempos de reposición son más largos que en las redes de distribución.
La línea Punta Cortés, vital para el suministro en Rancagua, ha sido atacada siete veces solo en 2025, con más de 10 toneladas de cobre sustraído. “Nos preocupa profundamente la calidad del suministro, que velamos por mantener todos los días”, subrayó el gerente zonal.
Presencia de bandas especializadas
Asimismo, en la entrevista realizada por el medio regional, se mencionó que la empresa no tiene dudas de que detrás de estos hechos hay bandas organizadas con conocimiento técnico del sistema eléctrico. “Cada robo es acompañado de una querella, y gracias a la coordinación con Fiscalía y la PDI, se han podido identificar patrones mediante el uso de códigos en las denuncias para hacerles seguimiento”, señaló De Pablo.
La empresa ha reforzado los patrullajes en zonas críticas y ha recibido apoyo de vecinos que alertan ante ruidos inusuales o explosiones cerca de las líneas. “La detección temprana es clave”, insistió el ejecutivo.
Fuente: reporte Minero