Los parlamentarios calificaron como “un pésimo negocio para la compañía, y la pequeña y mediana minería, la entrega del activo a Codelco”.
Preocupados se encuentran los integrantes de la Comisión de Minería y Energía tras conocerse que la Empresa Nacional de Minería (Enami) vendió a Codelco, el 10% de su principal activo: la mina Quebrada Blanca.
En la última sesión, los parlamentarios conocieron mayores antecedentes del caso de voz de la ministra de Minería, Aurora Williams, y del vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván Mlynarz, donde presentó una metodología internacional para la valorización de activos mineros, que buscó aportar argumentos técnicos a propósito del debate por el contrato de compraventa suscrito con Codelco por el 10%.
Los senadores se mostraron muy molestos con la decisión argumentando que “no se ha tomado el peso a lo que significa la pérdida de un activo tan importante como es Quebrada Blanca”. De hecho, el presidente de la Comisión, el senador Juan Luis Castro aseguró que “estamos ante un diagnóstico apocalíptico”.
La senadora Luz Ebensperger planteó que “vender el principal activo para pagar deuda es doloroso. Es pan para hoy y hambre para mañana. Quebrada Blanca no es cualquier proyecto, tiene una tremenda proyección a futuro. Acá el único gran beneficiado es Codelco. Se podría decir que da lo mismo porque es una transacción dentro del mismo Estado, pero no es tan así porque Enami tiene un rol bien específico que con esto no se cumple”.
“Es preocupante que se haya valorizado tan rápido este proyecto”
En la misma línea, el senador Rafael Prohens comentó que “Enami se fue por el camino fácil porque podría el mismo Estado haber intervenido salvando la deuda y a Quebrada Blanca. Es preocupante que se haya valorizado tan rápido este proyecto (…) Desde el punto de vista de los productores de cobre, es complejo porque se les debe mucho, no se les paga a tiempo, es urgente que Enami ajuste sus valores”.
Luego la senadora Yasna Provoste hizo ver que “la valorización del 10% no es lo central, sí lo es el uso de los recursos. Esto fue una mala decisión para Enami, los pequeños y medianos productores, y este gobierno de izquierda. Acá se reconoce que se tiene una alta tasa de interés, pero entonces ¿por qué el Estado no interviene para tener una mejor tasa, por qué no sirvió de aval para pedir una deuda a largo plazo? Creo que estamos frente a un gobierno que no valora la pequeña minería”.
En tanto, el senador Daniel Nuñez reconoció que “vender el 10% no fue fácil. No me gusta en lo personal. Había un riesgo real de cesación de pago con los propios trabajadores de Enami más allá de la deuda que se tiene con los pequeños mineros. Valoro eso sí, que este porcentaje esté en manos de Codelco y no se haya privatizado porque el modelo minero de los últimos 30 años es el privilegiar a las grandes empresas”.
Con todo, se acordó solicitar por oficio, antecedentes acerca de la ejecución presupuestaria de Enami respecto al fomento minero desde el 2003 a la fecha, la inversión en la modernización de los planteles, los avances de los permisos relacionados con la modernización de la fundición HRL, el personal que trabaja en el proyecto de litio Alto Andino y el pacto de accionistas de Quebrada Blanca.
Fuente: Reporte Minero