En entrevista con Revista MINERÍA CHILENA, la ministra de Minería, Aurora Williams, entregó un balance de su segundo paso por el ministerio, en una etapa clave para la industria y en el marco de la próxima transición política del país. Abordó desde el aprendizaje que dejó el accidente en El Teniente, hasta las oportunidades de Chile como productor responsable de minerales críticos. Asimismo, reflexionó sobre el rol social y estratégico que debe tener el sector para proyectar su liderazgo global.
Quisiéramos partir con una reflexión sobre el reciente accidente en la mina El Teniente, donde lamentablemente perdieron la vida seis trabajadores. ¿Cuál es su mirada ante este doloroso hecho y qué aprendizajes o llamados a la acción deja una contingencia de esta naturaleza?
El accidente en El Teniente nos golpeó fuerte como industria y nos mantiene aún entristecidos porque responde a un hecho dramático de consecuencias gravísimas, que también tocó la sensibilidad de Chile. El país vivió un momento profundamente doloroso acompañando a las familias de los seis mineros fallecidos, a quienes para encontrarlos nos movilizamos desde el primer instante, trabajado sin descanso, con todos los recursos y la tecnología disponible, además de la experiencia de uno de los mejores equipos especializados del mundo en rescate en faenas subterráneas. En ese sentido, es destacable que en menos de 72 horas se haya logrado llegar a los cuerpos, lo que da cuenta también de una institucionalidad que funciona de manera articulada y colaborativa incluidos Sernageomin, Senapred, la Dirección del Trabajo, la Fiscalía. Hoy, lo sucedido nos mueve a la reflexión para analizar las causas que provocaron el derrumbe, recoger aprendizajes y repasar qué es lo que falló, pues seis fatales y nueve personas lesionadas son un claro indicador de que existen aspectos que se deben mejorar. Esto es un recordatorio de que incluso, con los valiosos avances en materia de seguridad alcanzados los últimos 15 años, la industria minera debe seguir perfeccionándose.
Entrando en otro análisis, a dos años de haber asumido nuevamente el liderazgo del Ministerio de Minería, ¿cómo describiría la evolución que ha tenido la agenda minera este último tiempo y los principales focos que ha impulsado su cartera?
Creo que, en los últimos diez años, la minería chilena ha dado pasos significativos para consolidar su posición de liderazgo global en la industria, en particular ante las oportunidades que nos han abierto la transición energética y la descarbonización. Lo que ha permitido potenciar las ventajas comparativas que aporta nuestro país como socio confiable y productor responsable de minerales esenciales para enfrentar esta coyuntura mundial. En ese contexto, la agenda minera avanza adaptándose a los nuevos contextos porque el mundo y Chile son diferentes que hace veinte años. Hoy la industria comprende que sin base social no es posible construir la minería que queremos. Tal vez ése sea uno de los principales aprendizajes que, actualmente, contribuyen a seguir creciendo con foco en una minería sostenible, trazable y con altos estándares ambientales, sociales y de gobernanza. Gracias a esto, la minería chilena ha ganado un sello distintivo de sostenibilidad y opera por ejemplo, con más del 40% de su matriz energética proveniente de fuentes renovables. También ha disminuido en casi un 12% las emisiones de gases de efecto invernadero en la última década; y además, está continuamente innovando en trazabilidad, eficiencia hídrica y automatización de procesos; promueve el desarrollo de proveedores locales y la participación laboral de mujeres, ubicándonos en el segundo lugar mundial después de Australia con un 21,8%.
¿Qué hitos destaca de este segundo período al frente del Ministerio de Minería?
Tal como tuve la oportunidad de abordar en la Cuenta Pública Participativa que realizamos este año en Antofagasta, dentro del ministerio hemos hecho un trabajo con toda la institucionalidad minera y las empresas públicas que permiten que cada uno de nuestros servicios asociados pueda proyectarse. Los ejes estratégicos del trabajo de nuestra cartera han apuntado a diversificar la matriz productiva, generar mayor valor agregado en la industria y avanzar hacia una actividad minera responsable, sostenible e inclusiva. La Política de Fomento a la Pequeña Minería, la agenda de relaves, la simplificación de trámites mediante la declaración minera o la estabilización financiera de Enami son hitos del último período. El desarrollo de la industria del litio con un liderazgo activo del Estado también ha sido un foco activo de trabajo con avances como la constitución del Instituto Nacional de Litio y Salares, el cierre de las dos primeras consultas indígenas de nuestra historia institucional para los proyectos de Enami, en Salares Altoandinos; y de Codelco, en Salar de Maricunga; además de los procedimientos simplificados en curso, para asumir la responsabilidad de concretar la Estrategia Nacional del Litio mandatada por el presidente Boric.
¿Cómo observa el escenario actual de la minería chilena frente al global?
Tras un período de incertidumbre global, el anuncio del gobierno estadounidense de eximir de aranceles al cobre refinado que es la principal exportación chilena a Estados Unidos es una buena noticia para Chile que aporta el 70% de los cátodos que ellos importan. Para dar mayor claridad, esta medida significa que la tasa que se había informado del 50% no se aplica a nuestros principales productos de exportación en materia de cobre a EE.UU. Por tanto, la confianza que existe hacia Chile como un socio confiable, pero además como un productor responsable, nos parece que es un elemento importante de destacar, pues confirma la seriedad que tenemos como proveedor de cobre de alta calidad y con trazabilidad desde una economía que es estable y competitiva. Este resultado refleja, además, el trabajo realizado por Chile desde febrero junto a todos los actores nacionales públicos y privados de la minería nacional con quienes realizamos un trabajo técnico, oportuno y sistemático. Chile es una economía abierta y como tal, podemos dar la tranquilidad de que el mundo seguirá necesitando cobre, fundamental en la transición energética. Por lo mismo, el trabajo no termina acá. Para nosotros es importante seguir instalando los minerales críticos que el mundo necesita, así como también abrir nuevos mercados.
Fuente: Mch