El fracaso en reciclado agrava el problema de los metales en la UE

El bloque carece de capacidad para extraer y procesar en abundancia las materias primas que necesita

El freno chino a las exportaciones de metales nicho utilizados en industrias de alta tecnología coloca a Europa entre la espada y la pared. La UE ya carece de capacidad para extraer y procesar en abundancia las materias primas que necesita. Pero además, es probable que el bloque incumpla sus objetivos en un ámbito que aliviaría sustancialmente el problema: el reciclaje de materiales de desecho.

A pesar de comprometerse a destinar 10.000 millones de euros a la reutilización de recursos, el bloque de los 27 tiene dificultades para avanzar. Entre 2015 y 2021, la tasa de circularidad de los Estados miembros, que mide la proporción de material recuperado de los residuos y reincorporado a la economía, aumentó apenas 0,4 puntos porcentuales, hasta el 11,7% del uso total de materiales. Según declaró el 3 de julio el Tribunal de Cuentas Europeo, esto plantea serias dudas sobre la capacidad de la UE para cumplir su objetivo de duplicar ese porcentaje de aquí a 2030.

A medida que se intensifican las tensiones políticas entre China y Occidente, la mejora de la capacidad de reciclaje del bloque adquiere un valor estratégico cada vez más importante. China es el líder abrumador del mercado de procesamiento y refinado de minerales clave para la transición ecológica, como el níquel, el litio y el cobalto. También domina el procesamiento de germanio y galio, dos metales estratégicos para microchips y fibra óptica cuya exportación Pekín dijo hace una semana que planea restringir a partir de agosto.

El germanio y el galio son elementos raros que no se encuentran de forma natural en su forma elemental, pero están presentes en trazas en la mayoría de los tipos de roca. El germanio, recuperado principalmente del refinado del zinc, y el galio, obtenido del procesado de la bauxita para fabricar aluminio, son, pues, subproductos de la producción de otros metales, explica el director del Centro de Inteligencia de Minerales Críticos del Reino Unido, Paul Lusty.

Europa no tiene la infraestructura de refinado que permite a China dominar la producción mundial de estos metales críticos. Por eso es tan importante mejorar la capacidad del bloque para reutilizar materiales estratégicos.

Por desgracia, recuperar el galio y el germanio de objetos usados es complicado. Los metales suelen estar dispersos en pequeñas cantidades, y a veces mezclados con otros componentes. Reciclar el material sobrante de la fabricación de productos es una opción mejor. Según la UE, en torno al 30% de la producción mundial de germanio de 2022 procedía de desechos industriales, aunque parte de esa cantidad puede producirse en China. Umicore, empresa belga de materiales especializada en tecnologías sostenibles valorada en 6.300 millones de euros, ya obtiene el 50% de sus necesidades de suministro a partir de fuentes secundarias.

Es cierto que los datos de la ONU muestran que en 2019 Europa recicló el 42,5% de los residuos electrónicos, que a menudo contienen materiales preciosos y críticos, en comparación con una proporción del 17% a nivel mundial. Pero hay margen para hacerlo mejor. El bloque apenas reusa metales clave para las baterías de los coches eléctricos, en parte porque pocas de estas baterías han llegado al final de su ciclo de vida. Según un informe encargado por la asociación industrial Eurometaux, si se mejorara la gestión, el reciclaje podría proporcionar hasta el 77% del suministro regional de materiales para baterías de coches eléctricos en 2050.

Asegurar los materiales estratégicos al mismo tiempo que se reduce el riesgo frente a China es sin duda el mayor reto de la UE. Reciclar para hacerse la vida más fácil es una solución obvia.

Fuente: Cinco Dias

 

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