El también geólogo, Sergio Vicencio, señala que estas modificaciones legislativas si bien constituyen “una buena idea”, no existe claridad respecto si son suficientes o no.
El paquete de reformas a la permisología que planteó el Ejecutivo a comienzos del presente año hoy está en la agenda noticiosa. Recientemente el capítulo sobre Chile del informe “Clima de inversión 2024” del Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió que la burocracia para obtener permisos ambientales; las consultas indígenas cuando los proyectos afectan a estas comunidades -según establece el Convenio 169 de la OIT- y los “engorrosos” procesos judiciales, no sólo ralentizan la aprobación de los proyectos, sino que entregan un grado de incertidumbre a su resultado final que preocupa a las autoridades del segundo social comercial de Chile, después de China.
Y es que en el último tiempo diversos actores del mundo público y privado se han referido a los proyectos de ley -actualmente en discusión en el Congreso- sobre esta materia, los cuales buscan reducir la burocracia y hacer más eficientes los tiempos de tramitación de los proyectos de inversión. Ahora fue el turno del Colegio de Geólogos, que a través de su presidente Sergio Vicencio, analiza los desafíos de este conjunto de reformas.
En esta línea, el geólogo dice que estas modificaciones legislativas constituyen “una buena idea”, pero no existe claridad respecto si son suficientes o no. “Una reducción de los tiempos de tramitación propuestos por el Gobierno, de un 30%, me parece algo modesta. La meta debe ser mucho más ambiciosa”, comenta.
“Si se está discutiendo que los permisos y regulaciones dilatan la ejecución de los proyectos, más de un año en algunos casos para poder perforar, y se pretende dar una señal, esperaría una que sea más potente. La cifra determinada por el gobierno de un 30% se contradice con lo que aspira, es decir, apoyar verdaderamente el desarrollo de la minería a través de los proyectos de inversión. Esto es crucial, ya que lo más preocupante es que desde al menos hace 15 años no se hace exploración en Chile como debiera ser. Si no se hace exploración, significa que no hay futuro. Por ello, es indispensable devolver la sensatez a la tramitación de los permisos regulatorios”, especifica el geólogo.
Vicencio también hace hincapié en que “la lentitud y complejidad del sistema de permisos, sin duda, afecta a cualquier emprendimiento y, en el caso de la exploración minera, el proceso de permisos es notablemente más complejo que antes. Puntualmente en los años ’80, cuando ocurrió el último período de actividad exploratoria intensa, había incentivos y menos regulaciones que ahora”, precisa el ejecutivo, relevando que la exploración es clave para la generación de nuevos proyectos mineros.
Adicionalmente, sostiene Vicencio, dado que la actividad exploratoria conlleva altos riesgos y costos, son necesarios los incentivos que fomenten su desarrollo, para suscitar nuevas ideas basadas en fundamentos geológicos sólidos para la búsqueda exitosa de recursos.
Efectos en la competitividad de la minería chilena
Respecto de cuán grave y urgente es mejorar los parámetros propuestos en las reformas, el geólogo señala que la reducción de los tiempos y la simplificación del proceso es muy relevante, aunque dice que también lo es contar con la certeza de que, una vez cumplidos los requerimientos de permisos, los proyectos se puedan llevar adelante con seguridad. “No se debiera repetir el caso de Minera Dominga, donde por una decisión administrativa se detuvo un proyecto que tenía todos los permisos. Creo que esto deteriora la institucionalidad que debiera ser más fuerte”, expresa.
Otro aspecto que se ha tomado el debate es el impacto que estas reformas pudieran tener en la competitividad de la minería chilena y de la economía en general. Al respecto, Vicencio indica que la minería chilena es aceptablemente competitiva desde el punto de vista técnico, sus profesionales y sus condiciones geológicas para contener nuevos recursos. “Sin embargo, si las reformas al sistema de permisos tienen un efecto real, el país sería altamente competitivo para proveer los minerales que el mundo necesita. Si la actividad minera crece, Chile también lo hará”, explica.
Finalmente, el también socio director de EGM Servicios Geológicos reafirma que en Chile se requiere voluntad política a nivel país. “Debemos aprovechar el momento, extraer lo máximo de nuestros recursos mineros y con ello, potenciar nuestra educación en beneficio de nuestros niños y jóvenes, para así dar el salto hacia la economía del conocimiento”, enfatiza Sergio Vicencio.