La tarde de este miércoles, el Presidente estadounidense Donald Trump confirmó que el arancel del 50%, que había anunciado el martes, para las importaciones de cobre se hará efectivo a partir del 1 de agosto de este año.
La medida generará una serie de impactos a nivel global, de los que nuestro país no estará exento. Cabe mencionar que, de acuerdo a un informe de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), durante el año 2024 Chile registró envíos de cobre a Estados Unidos por un monto de US$5.860 millones. China sigue siendo el principal destino del metal rojo.
El país estadounidense en un importante socio comercial de Chile. Según datos del Informe Mensual de Comercio Exterior, que elabora la Subrei, en los primeros cuatro meses del año, las exportaciones chilenas totales se han dirigido a un total de 180 destinaciones en el mundo. Estados Unidos se ubicó como el segundo destino de las exportaciones del país, con una participación del 17,8% del total, entre los principales envíos del período a la mayor economía del mundo sobresalieron los cátodos de cobre, salmones refrigerados, uvas frescas, servicios, salmones congelados, arándanos frescos, neumáticos, oro y maderas perfiladas.
Posibles efectos
El anuncio que realizó Trump el martes, y que luego confirmó el miércoles, no dejó indiferente al mercado.
Es así como la jornada de este miércoles, según datos de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), el precio al contado del metal rojo en la Bolsa de Metales de Londres registró un descenso de 2,92%, llegando a 437,036 ¢US$/lb, pese a las alzas que presentaron los futuros de cobre apenas conocida el martes la información sobre este eventual arancel.
¿Qué impacto inmediato podría significar para Chile el anuncio oficial del alza?
Según reveló Manuel Viera, presidente de la Cámara Minera de Chile, «la industria minera en Chile es un importante empleador de calidad. Si las empresas enfrentan menores ingresos y menores márgenes de beneficio, esto podría resultar en despidos o en una desaceleración de las contrataciones«.
Asimismo, Viera aseveró que «la política de aranceles más alta del 50% podría desalentar tanto la inversión nacional como extranjera en nuevos proyectos mineros o en la expansión de los existentes«.
Por su parte, Jorge Riesco, presidente de Sonami, sostuvo que “en el corto plazo se ha observado una acumulación de cobre por parte de empresas estadounidenses, lo que ha impulsado los precios al alza. Sin embargo, este tipo de reacciones son transitorias y responden más a una táctica de negociación que a una política comercial sostenible. No debe olvidarse que Estados Unidos no tiene la capacidad de autoabastecerse y depende, en gran medida, de la fundición y refinación de cobre en China”.
A su vez, Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero comentó que “los datos entregados hoy (miércoles) por el Banco Central confirman el buen momento por el que atraviesa la industria minera y vienen a reforzar el aporte que está realizando el sector a la economía del país. Estas cifras reflejan no sólo una recuperación en los volúmenes, sino también una sólida demanda por cobre en medio de la transición energética que se impulsa a nivel global”.
Además, afirmó que “demuestra que Chile se ha consolidado como un proveedor serio y comprometido con altos estándares de sostenibilidad, innovación, transparencia, convirtiéndose en un socio estratégico global”.
Por su parte, Dominique Viera, presidenta de la Asociación de proveedores industriales de la minería (Aprimin), recalcó que «un incremento arancelario de 50% implicaría sobrecostos y en el caso de EE.UU. podrá mejorar su producción en el largo plazo, pero claramente afectará la cadena de suministros de ese país, así como la disponibilidad del mineral. Estudios indican que la demanda por el metal se duplicaría de aquí a 2030, por lo que en el caso de Chile nos hará replantearnos la venta a otros mercados que lo está comprando«.
«Los proveedores de la minería —empresas de servicios, tecnología, insumos industriales y logística— vemos que el impacto no se limita únicamente a las cifras de exportaciones o a la recaudación fiscal, sino que tiene efectos multiplicadores a lo largo de toda la cadena productiva«, advirtió la líder gremial.
En tanto, Daniela Sabín, analista de Mercados Financieros de Capital.com, precisó que «este anuncio golpea con fuerza la incertidumbre de los mercados latinoamericanos, en especial a un país como Chile. Y es que es el principal productor mundial de cobre y su economía está muy ligada a la salud de este metal. Un alance del 50% significaría una grave pérdida competitiva en el precio de las exportaciones del cobre».
A ello, Sabín añadió que «a corto plazo, se espera que los precios del cobre se mantengan volátiles mientras los mercados se adaptan al nuevo panorama arancelario. Factores que contribuyen a esta volatilidad incluyen posibles cambios en las cadenas de suministro globales, ya que los exportadores podrían desviar los envíos de cobre a otros mercados, y la posibilidad de represalias comerciales. Además, la limitada capacidad de fundición nacional de Estados Unidos, que actualmente importa alrededor de la mitad de sus necesidades de cobre, podría influir también en la dinámica de precios«.
Fuente: MCH