En consonancia con los cambios sociales y ambientales, el sector minero en Sudamérica está avanzando hacia el cierre estratégico de minas, lo que representa una oportunidad para integrar criterios ambientales y financieros de una manera más sólida y responsable.
Paolo Puggioni y Giselle Vera, líderes en servicios de Cierre de Minas para Chile y Perú en Ausenco, empresa global de ingeniería, consultoría y gestión de proyectos, afirman: “Hoy existe una valiosa oportunidad para fortalecer las buenas prácticas de ingeniería dentro de un marco normativo coherente y que guíen el cierre de minas en la región. La clave está en asegurar que los planes aprobados no solo sean ambientalmente responsables, sino también técnica y económicamente viables y sostenibles”.
Incorporar tempranamente un enfoque de cierre en las etapas de diseño conceptual y prefactibilidad, puede contribuir a una planificación más robusta y coherente a lo largo del ciclo de vida de los proyectos.
Un enfoque sostenible y adaptativo
Desde la experiencia de Ausenco, el enfoque más eficiente para abordar el cierre de una mina es aquel que integra la planificación y el diseño progresivo y flexible, gestiona proactivamente los riesgos y las oportunidades, y se adapta a los cambios en las operaciones mineras, el contexto social y la evolución regulatoria.
“Un plan de cierre viable no es estático, sino que se va afinando constantemente a medida que avanza el proyecto”, señala Giselle Vera.
Puggioni agrega: “La clave está en equilibrar los objetivos ambientales, sociales y económicos, con soluciones técnicamente viables que puedan ser validadas en campo”.
Ambos expertos destacan la importancia de seguir fortaleciendo la colaboración entre los sectores público y privado para avanzar hacia procesos de cierre de minas más efectivos y sostenibles.
Enfatizan la necesidad de contar con marcos regulatorios que estén alineados tanto con las buenas prácticas de ingeniería y los estándares internacionales como con la realidad de cada país, promoviendo así una revisión continua y progresiva. De esta manera, se lograrán cierres exitosos, responsables y sostenibles, que se transformen en oportunidades y dejen un legado positivo.
Colaboración con las comunidades
Una de las prioridades de Ausenco en el cierre de minas es fomentar que las comunidades cercanas a los proyectos mineros sean parte del proceso de planificación y participen en la rehabilitación del sitio tras las operaciones mineras.
“Nos esforzamos por minimizar el impacto ambiental y explorar usos alternativos al final de la vida útil de la mina, de modo que el sitio pueda ser sostenible a largo plazo” indica el experto.
“La planificación temprana del cierre permite involucrar a las comunidades desde el inicio, generar confianza en el proceso y construir una visión compartida, cuidando las expectativas de los diferentes stakeholders para el uso del territorio post-minería”, explica Puggioni.
Maximizando valor en el cierre de minas
Ausenco cuenta con experiencia en planes de preservación de activos para cierres de operaciones, aplicando metodologías de preparación operacional adaptadas a esta etapa, que optimizan el control de tareas, costos y cumplimiento normativo.
Como parte de este enfoque, la firma desarrolla estudios de vida útil que permiten estimar la vida remanente o el valor residual de los activos, entregando información clave para la toma de decisiones. Esto incluye evaluar usos alternativos al término de la operación, como la reutilización de infraestructura minera para múltiples fines, lo que contribuye a reducir los costos de demolición, entre otros.
Por su parte, Vera concluye que: “El cierre de una mina no debe ser el fin de una etapa, sino el inicio de un nuevo capítulo de desarrollo para las áreas intervenidas, debe ser una transición armoniosa”.
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Gonzalo Covarrubias, Vicepresidente Earth & Environment Sudamérica. gonzalo.covarrubias@ausenco.com
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Fuente: MCH