Chile marca un hito en sostenibilidad marítima con el primer remolcador eléctrico de Latinoamérica

Chile da un paso trascendental en su camino hacia la descarbonización del transporte marítimo. SAAM, en colaboración con Enap, presentó oficialmente el Trapananda, el primer remolcador eléctrico de Latinoamérica, marcando un hito regional en innovación, sostenibilidad y transición energética.

La ceremonia de bautizo del Trapananda, realizada en el Terminal de Pasajeros de Empormontt, reunió a autoridades locales, ejecutivos de ambas compañías y representantes del mundo marítimo-portuario, en una jornada histórica que posiciona a Chile a la vanguardia de la electromovilidad en el sector naval.

Energía limpia para el extremo sur

El Trapananda operará en Puerto Chacabuco, en la Región de Aysén, uno de los terminales más australes del mundo. Esta nueva unidad permitirá apoyar maniobras de atraque y desatraque de embarcaciones con cero emisiones directas de CO₂, menor contaminación acústica submarina y una notable eficiencia energética.

“La llegada del Trapananda marca un antes y un después para nuestra industria. Estamos avanzando hacia operaciones más limpias y sostenibles. Este proyecto moviliza un cambio real en la cadena logística portuaria”, afirmó Macario Valdés, gerente general de SAAM.

Por su parte, la presidenta del Directorio de Enap, Gloria Maldonado, destacó que este avance representa el compromiso de la estatal con la transición energética:

“Nuestro mandato hoy exige transformación. Esta alianza con SAAM es una prueba de que la colaboración público-privada puede acelerar la descarbonización de sectores clave.”

Tecnología de vanguardia y formación local

Con 25 metros de eslora, 13 metros de manga y una fuerza de tracción superior a 70 toneladas, el Trapananda fue diseñado por Robert Allan Ltd. y construido por el astillero Sanmar en Turquía. Su potencia proviene de dos propulsores eléctricos de 2.100 kW, alimentados por una batería de ion-litio de 3.616 kWh.

Las baterías están distribuidas en dos compartimientos y cuentan con monitoreo remoto desde Noruega, con una vida útil estimada de 10 años. Además, la tripulación fue especialmente capacitada en Canadá, replicando los altos estándares operativos que SAAM ya implementa con sus otros remolcadores eléctricos en ese país.

Trapananda: un homenaje al sur austral

El nombre del remolcador rinde homenaje a la Patagonia chilena, conocida en épocas coloniales como Trapananda. Con esta elección, SAAM busca destacar la historia y el espíritu resiliente del sur austral, región donde la embarcación comenzará sus operaciones.

Fuente: reporte minero