Mario Waissbluth y la permisología: “Está causando más daños que un sismo grado 9”

El académico apuntó en una columna de opinión a los impactos que han tenido en el PIB Nacional los retrasos en permisos causados por el Consejo de Monumentos Nacionales y por el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA).

En una columna publicada en Ex-Ante, el ingeniero civil y académico Mario Waissbluth -conocido por su apoyo intelectual al Movimiento Estudiantil de 2011- lanzó una dura crítica al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) y al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), acusándolos de frenar proyectos esenciales para el país debido a burocracia excesiva y arbitrariedades.

Waissbluth subrayó que cada gran obra enfrenta no solo la aprobación del SEA, sino también la de múltiples entidades, dentro de un proceso burocrático al cual catalogó en su texto como “siniestra permisología”. El académico citó una encuesta de la Universidad de Chile, la cual, apunta al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) como la institución que encabeza la lista de obstáculos, afectando al 63,2 % de los proyectos.

Hallazgos menores y paralizaciones

El autor describe casos emblemáticos, como el de la Mina Invierno, cuya operación fue suspendida indefinidamente por un fallo que priorizó la protección de supuestos “restos paleobotánicos” sobre una inversión de mil millones de dólares. 

La columna también expuso cómo hallazgos menores, como fragmentos de cerámica o restos de diarios antiguos, han paralizado hospitales, viviendas sociales y obras viales. En el caso del proyecto hidroeléctrico Los Lagos, Waissbluth denuncia que el CMN tardó 21 meses en iniciar una consulta indígena, lo que refleja, según él, un “descriterio del porte de una catedral”.

“En el Hospital del Salvador, el hallazgo de fragmentos de tazas arqueológicas paralizó las obras durante cuatro años, afectando gravemente a los pacientes que esperaban la apertura del centro de salud. De igual modo, se paralizaron las obras del proyecto de nuevo Hospital de La Unión tras hallazgos arqueológicos”, enumeró entre varios otros proyectos.

“Sigamos: alguien encontró una hoja de un diario de Copiapó de los años 50 mientras trabajaba en una obra en Atacama. Dio aviso… y a pesar de que ese diario está disponible en la Biblioteca Nacional, el proyecto quedó detenido por un largo tiempo hasta que se decidió cómo proceder”, acotó Waissbluth. 

Críticas a Monumentos Nacionales

El autor no se guarda críticas para los actores detrás del sistema, calificando al CMN como el núcleo de un “cartel de arqueólogos”. Apoya esta afirmación citando al ex secretario ejecutivo del organismo, Óscar Acuña, quien señaló que “el patrimonio se ha transformado en un negocio”. Para Waissbluth, este esquema beneficia a un grupo reducido mientras el país sufre retrasos en su desarrollo.

En cuanto a soluciones, el docente planteó reformas estructurales. En su columna propuso la creación de un Comité Público-Privado que evalúe proyectos considerando tanto el valor patrimonial como la rentabilidad social y económica. También aboga por el establecimiento de un “silencio administrativo”, que aprobaría automáticamente las solicitudes si no hay respuesta en un plazo de 15 días.

Además, sugirió que el CMN incluya en sus informes un análisis costo-beneficio de los retrasos que impone. “No exagero si digo que las soluciones aquí propuestas podrían agregarle un punto porcentual a la alicaída tasa de crecimiento del PIB, simplemente por el adelantamiento de miles de millones de dólares de inversiones absurdamente retrasadas por el Consejo y otros entes consultados por el SEA.”, dijo el autor. 

Waissbluth cerró su columna exigiendo la renuncia de las máximas autoridades del SEA y el CMN, esgrimiendo que “no han sabido poner orden en este desastre que está causando más daños que un sismo grado 9. Lo dije y qué”, concluyó.