Investigadores del Centro de Energía de la UCSC analizan el rol de las fuentes energéticas sustentables y de la cuantificación de gases de efecto invernadero para la implementación de medidas concretas para avanzar hacia la sustentabilidad.
En un contexto global donde la necesidad de mejorar la eficiencia energética se hace urgente para disminuir la huella de carbono, la búsqueda de combustibles limpios y energías renovables, así como implementar soluciones basadas en la naturaleza, se vuelve imperativa.
Así lo afirmó el Director del Centro de Energía de la UCSC, Dr. Ricardo Lizana, quien explicó que “Chile está inmerso en un proceso de descarbonización gradual, donde el desafío es unir esfuerzos para enfrentar la amenaza del cambio climático, algo que nosotros, como Universidad, estamos abordando a través de distintas iniciativas energéticas. Una de ellas es nuestra planta piloto de hidrógeno verde, que cuenta con financiamiento a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional del Gobierno Regional del Biobío, y que está próxima a inaugurar”.
El desafío, a juicio del investigador y académico de la Facultad de Ingeniería de la UCSC, es avanzar hacia soluciones energéticas limpias, tal como lo es el hidrógeno verde: “cerca del 80% del costo total por kilo de hidrógeno verde corresponde al costo de la energía eléctrica, la cual debe ser proveniente de energías renovables para considerarse que el hidrógeno no genere emisiones de CO2 en su producción, y, por ende, se le otorga la etiqueta de ‘verde’”.